Los plásticos y tu salud
Enfermedades cardiovasculares, cáncer, hiperactividad, déficit de atención, parkinson, infertilidad, obesidad y diabetes son algunos de los padecimientos que se relacionan con el uso de recipientes plásticos en los alimentos. Numerosas investigaciones científicas demuestran que los aditivos habituales que contiene el plástico pueden resultar terriblemente peligrosos para la salud. Entre ellos destacan los bisfenoles, los ftalatos, el cloruro de vinilo, el estireno, los retardadores de llama y algunos metales pesados. Es muy probable que si nos sometemos a un análisis también aparezcan estos tóxicos en nuestra sangre u orina, ya que se estima que les portamos el 93% de la población, bebes incluidos.
Los plásticos nos están envenenando silenciosamente. Están presentes en envases alimentarios, botellas, bolsas, recipientes, vasos, bandejas y envolventes así como en los productos cosméticos, de higiene y hasta en algunos medicamentos con capa entérica. Alguno de vosotros estará pensando que nadie se come los envases, pero es imprescindible saber que estas sustancias en contacto con los alimentos pasan con mucha facilidad a los sólidos y líquidos contenidos en los recipientes, especialmente si se someten a altas temperaturas.
Existen más de 80.000 tipos de plástico registrados y casi todos ellos liberan disruptores endocrinos, dado que el problema reside en los aditivos encargados de aportar dureza, flexibilidad, rigidez y color, y de los que NO nos informan en las etiquetas.